Una entrevista con la directora argentina Anahí Berneri

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Por Rachel Randall, Karoline Pelikan y Anahí Berneri 

El 12 de junio de 2024, organizamos una proyección de la película Alanis (2017) de la directora argentina Anahí Berneri en Kiln Cinema en Londres. La película se centra en las luchas de Alanis, una trabajadora sexual y joven madre que vive en Buenos Aires. Berneri grabó una introducción para nuestra proyección en la que habló de su sorpresa al recibir la primera versión del guion de la película, en la que no quedaba claro si Alanis era una trabajadora sexual o una víctima de trata de personas. En esta entrevista, Berneri habla sobre lo que la inspiró a hacer Alanis, la investigación que realizó en preparación para filmarla, y si considera o no que es una película feminista.

¿Por qué decidiste hacer la película Alanis? ¿Cuál fue el motivo o la inspiración?

La inspiración, la idea de Alanís surgió debido o provocado por la propuesta que me hicieron desde la Asociación Argentina de Actores intérpretes que había impartido unos talleres de guion anuales a sus asociados actores y este concurso tenía por premio que un director iba a hacerse cargo de filmar esos guiones, ese guion ganador, con producción, con dinero de de la Asociación. A mí me llamaron con la propuesta de un corto cuyo guion no estaba claro, si se trataba de una trabajadora sexual o una víctima de trata. Y esa fue la primera pregunta que le hice al guionista. Fue realmente muy sorprendente ver que el guionista no tenía idea, le parecía lo mismo y fue que me puse a investigar y este actor-guionista aceptó que hiciéramos una reescritura de guion luego de investigar en distintas asociaciones que nuclean a las trabajadoras sexuales, otras asociaciones abolicionistas de hablar con mujeres que trabajan en la calle y mujeres que trabajan en privado; situaciones completamente distintas.

© Film Still ‘Alanis’

¿Qué tipo de investigación hiciste antes de hacer la película (por ejemplo, para aprender más sobre las experiencias de las trabajadoras sexuales)?

Esta investigación que llevé adelante también viendo las leyes y las políticas actuales y no solo hablando con trabajadoras y abolicionistas y asociaciones y bueno, te digo de trabajadoras en distintos ámbitos es que pude acceder también a encuestas donde hablaban de el tipo de población que tenía un trabajo que lleva adelante del trabajo sexual. Hubo un dato que a mí me llamó mucho la atención que fue que el 80% de las trabajadoras sexuales mayores de 25 años era madre. En el guion original Alanis no era madre. Este dato a mí me pareció muy interesante de ver el cuerpo, no, de de una mujer que se prostituye siendo a la vez madre. Entonces empecé a pensar que tenía que tener un niño pequeño a quien amamantara y bueno las glándulas mamarias sexualizadas en el trabajo sexual se transformaban en el alimento de su bebé. 

Por otro lado parte de la investigación fueron las ordenanzas municipales que en Buenos Aires estaban vigente para desalojar inmuebles donde se llevará adelante la oferta sexual. Desalojar y clausurar, no. Y luego también escuchar los testimonios, no, donde estos agentes municipales exigían que esos departamentos tuvieran la habilitación como local de atención al público donde se prestaban servicios. Con lo cual erá totalmente vendida porque los prostíbulos no están legalizados. En realidad es una manera de simplemente desalojar o cobrar coimas a las trabajadoras sexuales.

El no permitirle a las mujeres tener un espacio para ejercer su trabajo y no estar legislado – lo que sucede es que las arrastra a la calle o al sometimiento o la protección de proxenetas que le cobran también comisiones, pongamosle, muy altas por protección ante quienes, en realidad no ante los clientes, sino ante los agentes municipales y a los agentes de seguridad que ponen en riesgo su trabajo.

Esto convierte al Estado un victimario, o sea las revictimiza cuando están intentando subsistir a través del trabajo sexual. O sea, yo estoy bastante de acuerdo en que la elección libre de la mujer de llevar adelante el trabajo sexual es baja, y esto es real, pero estando en un lugar donde es una elección a su forma de subsistir ante otras que hasta pueden denigrarla más o pueden hacer que su vida sea aún más precaria, vamos a decir, son revictimizadas por las políticas que en realidad las vuelven a excluir y no les dan un marco legal para subsistir.

© Film Still ‘Alanis’

¿Colaboraste o dialogaste con organizaciones que apoyan a las trabajadoras sexuales mientras que estabas desarrollando la película?

Hablé con asociaciones como AMMAR, la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, que bueno, el gobierno anterior tenían a pesar de no estar legalizado un espacio en la CGT que es la Cámara General de Trabajo. En realidad la CGT como asociación, digamos, como gremio independiente sindicalizado les había dado un espacio reconociéndolas a ellas, más allá de que bueno no hay leyes que las reconozcan ni en el Ministerio de Trabajo, ni de ninguna manera. Y también [hablé] con asociaciones proteccionistas que defienden a las mujeres víctimas de trata y, que bueno, ahora me fijo del nombre porque no me acuerdo, se me confunden porque son muy parecidos.

Y bueno, que fue muy interesante porque en el proceso de la película pude escuchar o intenté escuchar con los oídos abiertos a ambas campanas y creo que la película no baja una línea o intenta no juzgar o dar respuestas. Y lo que sucedió es que en el estreno y luego en distintas charlas fui invitada por ambas asociaciones en distintos momentos, en distintas funciones y se sentían ambas representadas, como que querían llevar la película o explicar la película para dar una respuesta de que aquello que pensaban, que querían, que defendían, era lo correcto. Me parece que esa fue mi intención y eso es lo que creo que es necesario, no, es como hablar de la desprotección y no hablar de qué debería hacerse o qué está bien o qué está mal.

¿Qué opinas sobre el término “mirada femenina” (female gaze)? ¿Significa algo para vos? ¿Cómo usaste tu mirada para representar el deseo en la película (o la cosificación del cuerpo femenino y/o el rechazo a esta cosificación)?

A mi me molesta la idea de mirada femenina justamente porque es singular. Yo creo que hay miradas femeninas y miradas masculinas, o sea apunto también a la diversidad, como así también hay miradas trans. Eso es lo que creo y en relación al deseo creo que es justamente – uno dirige, uno filma, uno crea, cualquier artista crea desde un cuerpo, sí estoy totalmente de acuerdo. Y bueno para mí como guionista y como directora, y como directora de actores siempre estoy pasando las historias que cuento por mi cuerpo, digo, creo que hay algo del orden de los travestí, no, de ponerse la ropa de su personaje, los zapatos del personaje de uno sin prejuicios para entender la situación y poder escribirla y poder filmarla.

© Film Still ‘Alanis’

¿Dirías que Alanis es una película feminista o prefieres no usar esta etiqueta para tus obras creativas?

No me gusta que digan que Alanís es una película feminista o que mis películas son películas feministas. Si, que me reconozcan y con eso me siento tranquila que me reconozcan feminista en mi planteo, no feminista por ser didáctica u obediente a ciertas corrientes de movimiento feminista sino porque me planteo cuestiones que hacen al feminismo. Me parece que Alanís es una película que habla sobre un tema que es un debate pendiente que tiene el feminismo. El trabajo sexual es un debate pendiente que tiene el feminismo y es un tema que divide aguas dentro de los movimientos, dentro del movimiento, eso estoy segura. Me parece que hay otros, y siempre intento poner el foco ahí, hay otros temas que todavía tenemos pendientes en el feminismo. Me gustan esos intersticios para pensar. O sea, no me interesa el cine que se arma para divulgar una política feminista sino aquel que sirve para reflexionar sobre cuestiones que parecen a veces muy claras o estancadas o no tienen respuesta.

© Film Still ‘Alanis’

Amas de leche en Lima del Siglo XIX: Un contra-archivo

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Por Andrea Aramburú Villavisencio, Daniela Meneses Sala and Rachel Randall 

El 30 de noviembre de 2023, organizamos un taller en la Universidad de Cambridge que fue
financiado por el Centro para Investigación en Artes, Humanidades y Ciencias Sociales (CRASSH). El resultado del taller — “Intervenciones creativas en el archivo: reflexionando sobre las fotografías de amas de leche en el Archivo Courret (Lima, Peru)” – es un fanzine impreso y virtual titulado: “Amas de leche en Lima del Siglo XIX: Un contra-archivo”.

El evento en Cambridge constituyó una segunda iteración de un taller que organizamos en la
Universidad de Bristol el 25 de mayo de 2023: “Metodologías visuales creativas: Intervenciones
afectivas en materiales de archivo”. Durante ambos talleres, nuestro objetivo fue examinar una serie de fotografías de amas de leche e infantes capturadas en Lima en el siglo XIX, que ahora se encuentran en el Archivo Courret, en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Nos interesaba explorar tanto la manera en la que las representaciones creativas del trabajo afectivo e inmaterial pueden concientizar sobre prácticas de explotación laboral que han sido constituidas a partir del legado colonial de América Latina, como las herramientas mediante las cuales académicos y artistas pueden apuntar a que sus investigaciones y producciones artísticas sobre estas formas de trabajo sean lo más éticas posibles.

El fanzine presenta una serie de reapropiaciones y reelaboraciones críticas, mediante técnicas de collage, de un conjunto de fotografías del Archivo Courret de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP).

El archivo, ahora digitalizado en su totalidad, está formado por aproximadamente 30 mil placas de vidrio originarias de Fotografía Central, un estudio fundado en Lima en 1863 por los hermanos franceses Eugène y Achilles Courret. En el Perú del siglo XIX, los hermanos Courret fueron figuras clave en el desarrollo de una de las tecnologías cruciales de "reproducción mecánica”, la fotografía, concebida para construir la imagen burguesa y moderna de la nación y sus ciudadanos. A través del lente de Eugène Courret, vimos desfilar a la élite criolla de una Lima en la que la independencia era aún incipiente. Aunque los ciudadanos marginalizados por la sociedad no eran el centro de las fotografías de Courret, aparecían en muchos de sus retratos, a menudo como personajes secundarios. Sus representaciones contribuyeron a la creación de estereotipos, reforzando a menudo diferencias de clase y raza.

   

Este es el caso de una serie de imágenes, dispersas en el archivo, en las que niños y niñas aparecen sostenidos por su ama de leche (también llamada nodriza) o niñera, roles entonces populares entre la élite limeña y comúnmente asumidos por mujeres afroperuanas. En algunas de estas fotografías, estas mujeres aparecen cubiertas tras cortinas o parcialmente ocultas; en otras, miran directamente a la cámara, mientras sostienen a los infantes cerca del pecho; y en otras más, que pretenden mostrar a los “lactantes” solos, las nodrizas son borradas casi por completo del encuadre, aunque ocasionalmente dejan algún rastro para la observadora atenta, como una mano o el atisbo de una cabeza.

Nuestro primer encuentro con estas imágenes provocó una serie de preguntas relacionadas con el modo en que los archivos articulan la memoria y las formas en las que perpetúan (y a la vez
invisibilizan) las violentas estructuras detrás de los momentos históricos que el archivo conmemora. Lxs actorxs marginalizados por la sociedad quedan anonimizadxs, ocultxs e ignoradxs, aunque el archivo al mismo tiempo lxs mantenga a plena vista. Frente a este panorama, surgió la idea de crear un taller de intervenciones artísticas que, inspirado en los trabajos de académicas como Saidiya Hartman, permitiera recuperar, de una manera cuidadosa, la centralidad de la figura del ama de leche en el Archivo Courret. Con “cuidar”, aludimos a un compromiso crítico que reconozca la complejidad de esta tarea, que tome en serio la incomodidad que aparece en el encuentro con las imágenes en el archivo, y que centre el hecho de que cada una de las mujeres que aparecen en las fotografías eran sujetos con una vida y una historia propias. Queríamos crear un contra-archivo que pusiera la atención en estas mujeres, sus labores de cuidado y las estructuras opresivas que las tocaban tanto dentro como fuera del archivo.

Con esto en mente, y después de presentar
información sobre el proyecto, la situación de las amas de leche en el Perú, el Estudio Courret y sobre teoría crítica del archivo, pedimos a lxs participantxs que reflexionaran críticamente sobre las fotografías, las recortaran, las yuxtapusieran y las asociaran con citas y otros objetos visuales. Parte de nuestro objetivo era producir una respuesta colectiva y reflexiva al archivo institucional, una respuesta capaz de considerar las diversas formas en que las intervenciones materiales y activas pueden poner en primer plano la labor, a menudo invisibilizada, de las actividades relacionadas al cuidado.

En sus manos, lxs participantxs tenían una selección de fotografías impresas de diversos tamaños, tomadas del archivo de la BNP: algunas estampadas con la marca de agua institucional de la biblioteca; otras, con los rastros del tiempo en sus superficies. Se proporcionó material adicional, por ejemplo, una foto de Hipólito Unanue, uno de los intelectuales del siglo XIX con trabajos sobre el tema de las amas de leche, así como imágenes de las publicaciones periódicas Semanario Crítico y Diario de Lima, que fueron fuentes clave en la sanción y difusión de la práctica, respectivamente. Junto a estas imágenes, lxs participantxs dispusieron de un conjunto de citas que abarcaban diferentes visiones críticas y representaciones ficticias de las amas de leche, así como fragmentos de textos sobre el trabajo de archivo, teoría crítica en torno a los estudios del racismo y las labores de cuidado.

Las páginas que crearon lxs participantxs y lxs facilitadorxs del taller componen el fanzine. Las intervenciones, que invitan a la reflexión, reflejan las preocupaciones individuales y colectivas, así como la variada formación disciplinaria de lxs participantxs en Lenguas Modernas, Estudios Latinoamericanos, Inglés, Cine, Sociología, Artes Visuales, Estudios de Género, Historia, Antropología Social, Geografía y Ciencia Política. Las páginas comparten temas como el cuidado, la agencia, la (in)visibilidad y la reproducción social. Algunas evocan el paso del tiempo y cuestionan en qué medida las relaciones de raza, género y clase en Perú han cambiado y quién sigue cargando con el peso de la labor reproductiva. Otras páginas juegan con los signos visibles de desgaste en las fotografías, que se despliegan como acusaciones tanto de las violentas prácticas de archivo como del sufrimiento que el rol de nodriza pudo suponer para algunas de las mujeres retratadas. Algunas intervenciones enfatizan el papel central de las amas de leche, por ejemplo incorporando solapas que se pueden levantar para revelar su presencia o poniendo el foco en las manos o cuerpos mismos de las mujeres. Un participantx decidió tapar varias fotografías con la bandera del Perú (construida de papel blanco y rojo), creando así una página que resalta la manera en que la idea de nación peruana moderna ha sido sostenida por estas mujeres, especialmente cuando se considera que muchos de los niños que aparecen en las fotografías se convertirían luego en parte de la élite gobernante del país.

© Judith Weik / CRASSH
© Judith Weik / CRASSH
© Judith Weik / CRASSH

El proceso de interactuar con estas fotografías durante los dos talleres que hemos organizado en Cambridge y Bristol ha resaltado para nosotras las cuestiones éticas inevitablemente provocadas al trabajar con imágenes que invisibilizan u objetivizan a mujeres afrodescendientes, en particular con fotografías que probablemente fueron capturadas sin el consentimiento explícito de estas mujeres y dentro del contexto de su relación laboral. Ni los talleres ni el fanzine pueden resolver estas inquietudes éticas, pero esperamos que la incomodidad experimentada por lxs participantxs mientras que interactuaban con estas fotografías les haya obligado a reconocer que aproximarse a estas imágenes no es un acto neutral y que debemos reconocer las maneras en las que nosotrxs también estamos involucradxs en los aparatos de poder que hicieron posible esas imágenes, y que aún se mantienen. La idea de cuestionar nuestra propia práctica como académicxs ha sido una constante también para nosotras durante este proyecto, así que, por ejemplo, en ambos talleres discutimos críticamente el que seamos tres mujeres blancas organizando estos eventos. En el taller en Cambridge, fue importante también para nosotras ir más allá de una reflexión sobre nuestra posicionalidad. Gracias al financiamiento de CRASSH, pudimos invitar virtualmente a Ana Lucía Mosquera Rosado, una académica y activista afroperuana al taller. Ana Lucía reflexionó sobre las fotografías y sobre la situación de las mujeres afroperuanas hoy en día. Su poderoso texto forma parte de la versión final del fanzine.

Invisible: los viajes diarios de las trabajadoras domésticas en Latinoamérica

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Por Valentina Montoya Robledo y Rachel Randall

Las trabajadoras domesticas son una de cada cinco mujeres que trabajan por un salario en América Latina. Suman cerca de 13 millones de personas en la region. En las últimas décadas y ligado a los procesos de urbanización, las trabajadoras domésticas han cambiado su modalidad, pasando de vivir en la casa de sus empleadores a sus propios hogares. América Latina se convirtió en la región más urbanizada del mundo en el 2014. Para el 2020, por ejemplo, en Colombia, más del 83% de las trabajadoras domésticas vivían en sus propios hogares. Sus bajos ingresos y el hecho de que más del 80% siguen siendo trabajadoras informales las obliga a vivir en las periferias extremas de las ciudades. Tanto sus hogares como aquellos en los que trabajan carecen de transporte público de calidad, así como de infraestructura peatonal, haciendo que sus recorridos diarios sean extremadamente largos y costosos.  

Still from ‘Invisible’

Este cambio ha llevado a largos recorridos en toda América Latina, con viajes de siete horas diarias en Bogotá, seis horas en Lima, cinco horas en São Paulo (Montoya Robledo, en prensa) y tres horas y media en ciudades colombianas pequeñas como Manizales. De acuerdo con la encuesta de movilidad de Bogotá del 2015, las trabajadoras domésticas tienen los recorridos más largos de todas las ocupaciones urbanas en la ciudad. En muchos países gastan un alto porcentaje de su salario en transporte: por ejemplo, 36% en Lima, y 28% en Medellín. Durante estos viajes extensos, las trabajadoras domésticas usualmente se enfrentan a discriminación racial, violencia basada en género, crimen común e inseguridad vial, entre otros.  

Estas dificultades no solo ponen en riesgo a las trabajadoras domésticas, sino que limitan su acceso a las oportunidades de educación, descanso y participación política en la ciudad. Pese a todo esto, los gobiernos locales en América Latina frecuentemente ignoran la situación. El proyecto transmedia Invisible Commutes comenzó en el 2019 para sacar a la luz esta situación tan crítica. Inicialmente se pensó en un documental en el 2019, que luego se expandió a un proyecto transmedia en el 2020. En colaboración con el músico y gestor cultural Andrés González y el documentalista Daniel Gómez, el proyecto busca generar consciencia entre académicos, expertos en movilidad y el público en general sobre el acceso limitado de las trabajadoras domésticas al derecho a la ciudad en América Latina. 

Invisible Commutes usa diferentes medios para mostrar los recorridos costosos, violentos y extensos de las trabajadoras domésticas para luchar por su derecho a la ciudad. El proyecto incluye cortos segmentos sonoros con testimonios de las trabajadoras domésticas sobre sus experiencias de viaje y sus perspectivas sobre grandes proyectos de infraestructura de movilidad. Cuenta con una sección de mapas de los recorridos dibujados por las trabajadoras domésticas. El proyecto también ha producido artículos de opinión y artículos académicos. Hoy, participa en el mundo académico, la sociedad civil y las discusiones de gobiernos locales. Fue reconocido en 2023 como una Remarkable Feminist Voice in Transportpor Tumi y Women Mobilize Women. Invisible Commutes es un esfuerzo amplio por responder a la injusticia en el transporte para millones de mujeres en el mundo.  

Still from ‘Invisible’

El rodaje del documental Invisible comenzó en el 2019, centrándose en las experiencias de Reinalda Chaverra, una trabajadora del hogar radicada en Medellín. Después, en el 2022, la filmación siguió en Bogotá con la trabajadora doméstica Belén García. En el 2023, el proyecto Invisible Commutes ganó fondos del instituto de investigación Migration Mobilities Bristol (MMB) para completar el documental y organizar un taller con la Unión afrocolombiana de trabajadoras domésticas (UTRASD) en Medellín. 

Los metas del taller, que se llevó a cabo el 27 de julio del 2023, fueron: (1) averiguar cómo las trabajadoras quieren ver sus viajes representados en la película; y (2) permitir que las voces de las trabajadoras pudieran moldear la forma y el contenido del documental. Estos objetivos fueron muy importantes para nosotros porque, pese al aumento reciente de películas latinoamericanas que toman a las trabajadoras del hogar como protagonistas, casi ninguna muestra los viajes largos y difíciles que tienen que llevar a cabo. Ya se ha discutido que estas películas suelen ser rodadas por cineastas de clase media o alta cuyas perspectivas son más parecidas con las de los empleadores que con las de las trabajadoras del hogar. Suelen dramatizar las relaciones entre los empleadores y las trabajadoras del hogar dentro de la casa del patrón, como por ejemplo en Roma (2018) de Alfonso Cuarón o en Una segunda madre (2015) de Anna Muylaert. En realidad, el trabajo doméstico pagado por horas cada día es más popular que el trabajo doméstico puertas adentro, como este informe sobre el Brasil también demuestra. Cuando hablamos de la falta de representaciones visuales de los recorridos de las trabajadoras en el taller, una participante comentó que a los patrones no les conviene reconocer estos viajes largos, difíciles y costosos porque puede provocar una discusión sobre cómo estos recorridos deberían ser compensados.  

Para comenzar nuestra conversación en el taller, miramos escenas de la película Roma, que se centra en la protagonista Cleo, una trabajadora del hogar. La película se desarrolla en la Ciudad de México en los años 70 y la historia de Cleo está inspirada en las experiencias reales de Liboria Rodríguez que fue empleada por la familia de Alfonso Cuarón cuando el director era niño. Roma ha sido criticada por reforzar una narrativa en que Cleo es celebrada como, y relegada a ser, miembro suplente de la familia que la emplea. Sin embargo, las participantes del taller se identificaron fuertemente con la rutina agotadora de Cleo en la que tiene que mantener una casa enorme y apoyar a los cuatro hijos de sus empleadores. Algunas participantes discutieron el impacto negativo que esta carga laboral tiene para poderse relajar o hacer ejercicio, mientras que otras hablaron de las implicaciones que tiene para sus relaciones con sus propios seres queridos, en particular sus hijos.   

Still from ‘Roma’

Sin embargo, varias observaciones que las participantes hicieron, y que contribuyeron al contenido de ‘Invisible’, fueron provocadas por las diferencias entre las experiencias que han tenido viajando en el transporte público en Colombia y los recorridos representados en una de las únicas películas latinoamericanas que examina este tema. Réimon (2014) de Rodrigo Moreno sigue los viajes largos de Ramona, una trabajadora del hogar pagada por horas que vive en las afueras de Buenos Aires y que tiene que desplazarse al centro de la ciudad para limpiar varios apartamentos lujosos. Igual que Roma, Réimon también se centra en los pormenores del trabajo y de la rutina de Ramona. Una participante elogió la gracia y la elegancia que caracterizan la representación de Ramona: siempre se ve muy bien vestida y sofisticada. Este aspecto de la película fue muy importante para las participantes. Ellas explicaron que la distancia que necesitan caminar a través de terrenos sin pavimentar para tomar el autobús significa que tienen que llegar al trabajo con la ropa sucia, ser el objeto de comentarios negativos de otros pasajeros, o llevar un trapo para limpiar el barro. La dignidad de Ramona resonaba con las participantes del taller que habían sufrido discriminación racial o que habían sido menospreciadas por causa de su trabajo.  

Una participante observó que Ramona no muestra señales de tener miedo cuando está caminando sola por la ciudad en la oscuridad de la madrugada, mientras que esta participante teme ser agredida. Otras explicaron que las mujeres frecuentemente sufren acoso o violencia sexual mientras están viajando por transporte público. Comentaron también que en Réimon, Ramona consigue sentarse cuando sube al tren, pero los autobuses que las participantes toman están tan llenos en las horas pico que siempre tienen que estar de pie.   

En respuesta a estos desafíos, ‘Invisible’ concluye con las propuestas de las participantes para mejorar las experiencias de las trabajadoras del hogar cuando se están desplazando a las casas de los empleadores. Estos cambios incluyen: construir más baños públicos en estaciones alrededor de la ciudad; reservar vagones solo para mujeres; darles prioridad a las trabajadoras del hogar en las horas pico; y subvencionar el transporte público para estas trabajadoras o introducir formas de transporte solo para ellas. Las últimas tres propuestas requerirían que las trabajadoras se registraran formalmente, lo cual sería un desarrollo positivo para el sector ya que la informalidad trae muchos otros desafíos.  

Esperamos que el documental pueda inspirar a los funcionarios públicos y a los urbanistas a responder a las propuestas de las trabajadoras y a continuar escuchando lo que tienen que decir.

Invisible‘ (Valentina Montoya Robledo, Daniel Gómez Restrepo y Andrés González Robledo 2024) se proyectará en Londres en el cine BLOC de la Universidad Queen Mary de Londres el 30 de mayo de 2024. La inscripción es gratuita: https://invisible-screening-panel.eventbrite.com

Esta publicación de blog fue originalmente publicada en Migration Mobilities Bristol.

 

Valentina Montoya Robledo es investigadora senior en Género y Movilidad del Transport Studies Unit (TSU) de la Universidad de Oxford. Dirige el Proyecto transmedia Invisible Commutes sobre la movilidad diaria de las trabajadoras domésticas. Su más reciente artículo académico es ‘That is why users do not understand the maps we make for them’: Cartographic gaps between experts and domestic workers and the Right to the City. 

Rachel Randall es Reader in Latin American Studies en Queen Mary University of London (QMUL). Su libro, Paid to Care: Domestic Workers in Contemporary Latin American Culture, acaba de salir con la University of Texas Press. El libro arroja luz sobre las luchas de las trabajadoras del hogar en América Latina por analizar películas, documentales, testimonios y textos digitales que son el producto de colaboraciones directas con estas trabajadoras o que fueron inspiradas en sus experiencias. El libro está disponible ahora con un descuento de 30% usando el código UTXM30 en el Reino Unido y Europa, y en los Estados Unidos y América Latina